Dame tan solo un motivo, y me quedo yo.

                Bajo las escaleras del portal.

Corriendo, muy rápido. 

Llego hasta la mitad, me paro, cojo aire, y me impulso hasta el final de ellas.

Apoyándome en la pared, me deslizo hasta el suelo, mi corazón late muy fuerte, mis coloretes están marcados, y mis ojos llorosos.

Estoy sola, mi portal nunca tiene vecinos, me encanta, es mi sitio favorito, allí he pasado muchas cosas, he llorado o reído con ganas, he sentido.

Continuo, sentada en el suelo, y voy recordando cada cosa, cada momento que he pasado allí, los que he pasado fuera.

Pongo música, esa que me envuelve y me hace pensar en todo lo que he perdido últimamente y en todo lo que tengo que ganar.

Tengo miedo, demasiado. 

                                                                                                                                             Vl.