entras en una mezcla de afán y ansia.
Huyes del pasado, y tiras del futuro para que,- ¿porque no?, venga a por ti.
Tal vez un mensaje pueden cambiar el rumbo de las cosas, una llamada, una mirada.
Tal vez es lo que quieres, pero no lo que necesitas, y viceversa.
Puede que lo hagas bien, o simplemente siempre empezaste mal.
Poco a poco, te ocultas entre manías y miedos, haces pequeño el momento, y cambias el pensamiento.
y así sin pedir explicaciones,-como que no quiere la cosa, después de esto, el pasado te atrapa de nuevo, y muchas veces, es agradable poder aferrarse a algo tan simple y real como echar de menos a alguien.
Vl.